Once

“Once” o “el Once” es una zona del barrio de Balvanera, que debe su nombre a la estación de trenes Once de Setiembre (por el 11 de setiembre de 1852, en que Buenos Aires decidió separarse de la entonces Confederación Argentina). La estación es la cabecera del actual ferrocarril Domingo Faustino Sarmiento, que se dirige al conurbano Oeste. El Ferrocarril del Oeste fue la primera línea ferroviaria de la Argentina. Se inauguró en Buenos Aires en 1857. El trayecto inicial era de diez kilómetros, desde la estación del Parque (en los terrenos del actual Teatro Colón) hasta Floresta. En 1883 la terminal se trasladó a Once. Su edificio fue construido por la compañía inglesa The Western Railway Co. Ltd; de estilo neorrenacentista ecléctico, se inauguró en 1896. Algunas de las reformas posteriormente realizadas (sobre todo en la década de 1980) alteraron su estructura y mermaron su valor patrimonial.

Este sub-barrio era en el tiempo del relato una zona popular, con una numerosa colectividad judía (a la que se sumaron inmigrantes latinoamericanos, asiáticos y africanos) dedicada al comercio mayorista y minorista. También la caracterizaban hoteles familiares y pensiones a buenos precios, como la casa de la Señora Etchepareborda, donde se aloja el militante anarquista Celestino Iglesias, luego del accidente que le provoca la ceguera y lo convierte en objeto privilegiado de la atención de Fernando Vidal Olmos. La novela ubica la pensión en la calle Paso 57 (casi al lado del actual Instituto Argentino Gallego Santiago Apóstol) y a trescientos metros de la estación Once. Vidal se instala en un café muy cercano para vigilar el ingreso de posibles miembros de la Secta de los Ciegos.